Exposición la Mujer en el anarquismo español. La historia de Kati Horna.
Lo único importante es lo inolvidable - Kati Horna
El viernes pasado pude visitar en la biblioteca provincial de Sevilla (Pabellón de Uruguay), la exposición que fue organizada del 2 al 10 de noviembre por la Confederación General del Trabajo titulada ''La Mujer en el Anarquismo Español''. Me llamó la atención especialmente uno de los carteles que contaba el caso de varias mujeres que habían venido a España durante la Guerra Civil para luchar de una manera pacífica contra el fascismo con lo que mejor sabían hacer, con su pluma o con su cámara de fotos. Como este blog está centrado en el mundo de la imagen y la fotografía nos centraremos en la historia de la fotógrafa Kati Horna.
Para situarnos, Kati Deutsch, también conocida como Kati Horna nació en Budapest (Hungría) en 1912 , por lo que sus primeros años de vida los pasaría en el período de entre guerras. A esto se le añade la dificultad de que su familia era judía.
Impulsada por su madre que quería que estudiara, partió a Berlin a estudiar fotografía, allí se pondría en contacto con fotógrafos de renombre. Sin embargo, el crecimiento del movimiento nazi le hizo tener que volver a Hungría donde su padre ya había sido apresado y al final tuvo que huir a París donde conoció al fotógrafo Robert Capa. Es durante esta época cuando el nombre de Kati empezó a resonar entre los círculos de artistas.
Pero centrémonos en lo que nos interesa, su papel en la Guerra Civil Española. Cuando en 1936 estalla la Guerra Civil, Kati siguiendo sus ideales anarquistas se dirige junto con su cámara Rolleiflex a Aragón donde la CNT había requerido de sus servicios, publicaría fotografías en diversas publicaciones anarquistas como Tierra y libertad o Mujeres Libres. A pesar de encontrarse en una guerra, Horna no se centraría en fotografiar el frente, como haría su compañero Capa (ver fotografía El Miliciano Herido), sino que retrataría la situación en la que se encontraba la población civil. Una situación muy delicada, fuera del campo de batalla, el pueblo vivía una situación de miseria, hambre y miedo a perder la propia vida. Su cámara captó el llanto de los inocentes que esperaban en vano un plato de comida o como familias eran destruidas porque las cabezas morían en el frente y la partida hacia el exilio por miedo a las represalias franquistas. Ella también tendrá que huir por sus ideas en los últimos momentos de la guerra de nuevo a París, donde se encontró de nuevo con el nazismo que le obligó a huir de nuevo a México. Kati nunca quiso ser famosa, sin embargo, sus fotografías quedarán para la historia como retratos de los horrores de la guerra para vergüenza del mundo que los permitió.
Finalmente, para relacionarlo con la educación, fotografías como las de Kati Horna, nos hacen reflexionar sobre el sufrimiento que causa una guerra y la importancia de la educación para la paz y la justicia. Debemos fomentar en nuestros alumnos un espíritu de lucha contra las desigualdades que existen en nuestro mundo de hoy día, igual que nuestra fotógrafa denunció la situación de su tiempo, pero siempre de una manera pacífica y haciendo aquello que mejor se nos da, solo así podremos buscar soluciones basadas en el diálogo y el consenso.
Y tú, ¿crees que es importante la educación para la paz? ¿Qué hubieses hecho si estuvieses en la misma situación que nuestra fotógrafa? ¿Qué tienes que aportar al mundo para crear una sociedad mejor?
Una imagen de la exposición
Fotografías de Kati Horna realizadas durante la Guerra Civil Española:




Como mujer feminista y futura maestra, considero que es importante conocer el papel que protagonizaron las mujeres durante la Guerra Civil, ya que generalmente somos las grandes desconocidas. En este caso la importancia de su papel radica en que, a través de sus fotografías realiza una crítica a la situación que la sociedad civil española atravesaba, sensibilizando a los que observamos las fotos de las injusticias y de las víctimas colaterales que deja una guerra. Normalmente se suele decir que la mejor arma que se puede emplear son las palabras, sin embargo, este caso nos demuestra una vez más que una imagen puede valer más de mil de las primeras.
ResponderEliminar